Purple Weekend 2016

Texto: María Martín Consuegra

Fotografías: Carlos Melchor

Como auténticos peregrinos ávidos de rock and roll y cultura mod. Así han acudido a la llamada del Purple Weekend las miles de almas que desde el miércoles hasta el sábado por la noche han habitado la calles de León con motivo de la celebración de uno de los festivales más míticos de la escena underground nacional e internacional. El Purple, o La Purple, depende de con quién hables, ha festejado este año su XXVIII edición y lo ha hecho con una propuesta que ha recogido algunas de las citas más importantes y exclusivas del universo alternativo y mod a nivel nacional e internacional. Una de ellas ha sido la actuación de The Barracudas que se desarrolló el sábado en el multifuncional espacio Vías. Primera y última vez que hemos podido ver a los de Atlanta en nuestro país ya que la formación encabezada por Adrian Barrera se separará después de esta gira. Uno de los directos más adrenalínicos del festival, a caballo entre el garage y el pop contundente y desenfrenado.

Otra de “las citas” del Purple ha sido la primera fecha de la gira de The Woggles. Ofrecieron un directo sin concesiones ni espacio para los temas lentos y dieron rienda suelta a la energía y a la locura que los caracteriza desde la primera canción. Con más de 25 años al pie del cañón The Woggles demostraron que por algo son referente del garage rock de los últimos años. Este despliegue de energía y buenrollismo se producía en la noche del sábado en el escenario SON Estrella Galicia, ubicado en el pabellón multiusos CHF de León.

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Purple Weekend

Un espacio por el que minutos antes había desfilado otras de las citas imperdibles del festival: Screaming Lord Stax & The Savages. La formación, integrada por Mike y Anja Stax de The Loons o Pat y Lety de The Schizophonics, llevó hasta León la recreación más loca de lo que fueron en los 60 las terroríficas puestas en escena de Screaming Lord Sutch & The Savages. De lo más divertido del festival.

Un espectáculo a la altura de los alocados The Jackets, que vimos la noche anterior en el mismo emplazamiento. La banda de la personalísima Jack Torera, que acabó tocando en volandas, mientras el público la alzaba ya casi al final del concierto, inyectó dosis letales de garage sixtie, revival mod, punk y psicodelia en un público que anteriormente había maravillado con la fusión de Gizzelle, una de las propuestas más interesantes del R&B en estos momentos y el combo portugués TTSyndicate. Nivelazo el del viernes, que terminó con lo míticos The James Hunter Six sobre el escenario.

Un cartel a la altura del de sábado, qué duda cabe. Día en el que también pudimos disfrutar del pop, el rock y country de Peralta. Los de Gijón contaron además con la colaboración de Sid Griffin en un par de temas. Pero uno de los conciertos más esperados no solo del sábado, también del festival en general era el de Alex Cooper. Reviviendo sus 30 años en la era del pop y con una espectacular sección de metales que dio brillo especial a un repertorio centrado sobre todo en los hits de Los Flechazos, Cooper sacar a bailar al público desde la primera canción. No es para menos si tenemos en cuenta que estábamos antes uno de los últimos conciertos que Cooper ofrece con este especial repertorio.

Sonidos garage-rock sesenteros, ropa vintage, feria de discos, pinchadas, ponencias, presentaciones y charlas de libros… pero, cualquier reunión en torno al movimiento Mod no se puede considerar como tal sin una Scooter de por medio. Alguna que otra motocicleta de este tipo se dejó caer por León en la mañana del sábado. Como ya viene siendo habitual, la asociación León Scooter División promovieron el Scooter Run del Purple Weekend, una ruta por el centro y alrededores de la ciudad en el que Vespas y demás motocicletas fueron las grandes protagonistas.

Una actividad más del nutrido calendario de propuestas que lanza el Purple que puso de manifiesto, una vez más, que más que un festival, más que un color, más que una tribu urbana… el Purple es un sentimiento.